Rutinas diarias para niños

Crear una rutina diaria para niños en casa marcará un antes y un después en tu vida y hará que ellos crezcan siendo niños súper organizados y muy disciplinados. Aprende con nosotros algunos tips para que las mañanas no sean un caos y todos empiecen el día con el pie derecho y la mejor actitud. ¡Empecemos!

¿Cómo hacer una rutina diaria para niños?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que, para los niños, no existe el tiempo. Ellos no son conscientes como nosotros, los adultos, de que hay horas, minutos y segundos que van avanzando sin parar así que, explicarles con amor la importancia de organizarnos por la mañana, cumplir con las tareas en un orden y tener un paso a paso, será mucho más conveniente que hablarles de números y horas. Esto es importante, porque le enseñará de disciplina y le dará excelentes herramientas para el futuro.

Pero ¿cómo hacerlo? Esto debe ser un trabajo en equipo, así será mucho más divertido para los niños y hará que interioricen mejor la rutina. Evita que esta se vea como una imposición y una orden. Saca algo de tu tiempo, siéntate con tus hijos y con materiales y colores divertidos, dibujen juntos una rutina que puedan pegar en un lugar visible para volver a ella cada que tengan alguna duda.

Prepara todo junto a los niños desde la noche anterior

Esto es clave para que la mañana sea mucho más tranquila. Elegir desde la noche anterior la ropa que se va a poner al día siguiente, definir el menú que llevará en la caja para el almuerzo y hasta lo que va a comer al desayuno, hará que todos estén preparados y vayan un paso adelante, para tener que tomar menos decisiones en la mañana, en donde el sueño y seguro la falta de tiempo hace que todo sea más difícil. Es súper importante que tu hijo sea partícipe de todas las tareas desde la noche anterior, para que empiece a ser consciente de que esto también hace parte de la rutina.

Prepara una rutina diaria con horario fijos

Horarios y un orden fijo es clave para que los niños se familiaricen con el proceso y sepan qué viene después de cada una de las tareas. En un principio puede que sea difícil, pero con el tiempo verás que valdrá la pena. Ser muy rigurosa con las rutinas siempre con muchísimo amor y respeto, te ayudará a tener el control y a lograr que el tiempo esté de tu lado en las mañanas. Algunas de las tareas que no pueden faltar dentro de la rutina son:

Hora de levantarse:

Esta puede ser una de las tareas más difíciles, sobre todo si tienes un hijo al que le encanta dormir algunas horas extra. Si este es tu caso, puedes empezarlo a despertar con algunos minutos de anticipación, para que tenga tiempo de hacer un poco de pereza antes de levantarse del todo. Recuerda hacer este paso con mucho amor y algo de creatividad, para que el llanto y el mal humor no arruinen tu mañana y la de tu hijo.

Tiempo para bañarse y vestirse

Si tu hijo ya se baña solo, puedes elegir una canción que le guste, a la que le puedas dar play a la hora de bañarse y le indique cuánto tiempo debe estar en la ducha. Al finalizar la canción, el baño también debe haberse acabado, así le ayudarás a medir el tiempo de una forma divertida y clara para él.

Si la ropa quedó lista desde la noche anterior, también será más fácil vestirse porque tendrá todo a la mano y no es necesario ir a buscar nada extra.

Rutina diaria de desayuno

Este puede ser uno de los momentos más largos dentro de la rutina, así que dale suficiente tiempo. También un tip importante es que le des alimentos que le gusten y disfrute y que, a la vez, sean nutritivos. Tener una batalla en la mañana para que se coma algo que no le gusta, ¡no será una buena forma de empezar el día!

Además, no olvides ponerle siempre una de nuestras Servilletas Familia® eXpert, que son muy suaves y absorbentes, para que aprenda modales en la mesa y pueda limpiarse sus manos y su boquita cada vez que lo necesite.

Revisiones finales y ¡a la escuela!

Enséñale a tu hijo a hacer siempre al final, antes de salir de casa, una checklist mental para revisar que lleve todo lo que necesita y que no le falte nada. Empieza preguntándole por cada una de las cosas y que él sea el que responda si está check o si hace falta.

¿Cómo hacer un calendario didáctico de rutinas diarias para los niños?

Esto puede ser tan creativo como tú te lo propongas, lo más importante de todo el proceso es que tu hijo haga parte y que pueda aportar con algo de creatividad. Para hacerlo, puedes buscar algunas imágenes en internet, imprimirlas y pegarlas de una cartulina o también puedes dibujarlo.

Una buena idea es que hagas un plan de incentivos en el que, por cada rutina bien cumplida, le das una estrella y, al conseguir cierto número de estas, le des un regalo. Tú decides si quieres darle un súper regalo o sorprenderlo con su postre favorito, cualquiera de las dos opciones, será un motivante para tu hijo y un buen aliado para que interiorice la rutina y empiece a hacerla parte de su día.

Divide las tareas de la mañana con tu pareja

No olvides que con tu pareja son un equipo y para esto de las rutinas ¡también! Por eso, divídanse cada una de las tareas para que la carga sea más liviana y entre los dos, logren salir a tiempo. Mientras tú le ayudas a tu hijo a vestirse, tu pareja puede ir preparando el desayuno y así con cada cosa hasta lograr que las mañanas sean lo más tranquilas y divertidas posible.

Si hay varios niños en casa, los mayores pueden ayudar a los más pequeños

No olvides que el ejemplo es una de las mejores herramientas de educación y, con seguridad, tu hijo menor va a querer imitar al más grande en todo. Si tu hijo mayor cumple con la rutina al pie de la letra, será de excelente ayuda para que el menor, entienda cómo debe hacer cada paso y se sienta motivado a hacerlo.

También, puedes pedirle a tus hijos mayores que te den una mano en lo que necesites, ¡para eso son una familia, para ayudarse en todo!.

Si la rutina diaria con tus hijos falla, déjales saber por qué y mejórala juntos

Recuerda, tu hijo es solo un niño que está empezando a entender la importancia de tener una rutina y de cumplir con unos horarios, así que sé paciente y edúcalo desde el amor. Si alguna mañana la rutina falla, trata de explicarle por qué falló, cuáles fueron las consecuencias y cómo lo pueden mejorar. Esto, hará que él entienda mejor y que las mañanas no se conviertan en un trauma o un campo de batalla.